
La vibrante escena musical sudafricana siempre ha sido un imán para los amantes de la música en todo el mundo, y una figura que brilló particularmente brillante fue el legendario trompetista, cantante y compositor Hugh Masekela. Su carrera, que abarcó más de seis décadas, estuvo marcada por ritmos vibrantes, letras conmovedoras y una energía escénica contagiosa que cautivaba a las audiencias. En 2016, Masekela, el hombre que desafió las convenciones musicales y sociales con su trompeta dorada, regaló a Ciudad del Cabo un concierto inolvidable en el imponente Kirstenbosch National Botanical Garden.
El evento, llamado “El Concierto de Sueños”, fue una celebración de la vida y obra de Masekela, quien a sus 77 años seguía cautivando corazones y almas con su música única. La noche estuvo impregnada de una atmósfera mágica. Las luces se entrelazaban entre los árboles centenarios del jardín botánico, creando un escenario de ensueño que reflejaba la magia musical que estaba por venir.
Masekela, vestido con su icónico atuendo de camisa blanca y pañuelo rojo, emergió en el escenario, saludando a la multitud con una sonrisa cálida y una mirada pícara que prometía una noche memorable.
La música comenzó con un ritmo suave y melodioso, transportando a los asistentes a un viaje musical por Sudáfrica. Masekela, maestro del “mbaqanga” (un género musical sudafricano que combina elementos de jazz, funk y música tradicional), mezcló canciones populares como “Soweto Blues” y “Bring Me My Trumpet” con melodías menos conocidas, ofreciendo una degustación completa de su vasto repertorio.
Su trompeta, un instrumento casi tan icónico como él mismo, cantaba melodías vibrantes y evocativas que resonaban en el alma de cada oyente. Masekela no era simplemente un músico; era un cuentacuentos, un poeta que utilizaba la música como lenguaje universal para compartir historias de lucha, esperanza y amor.
El concierto fue más que una simple actuación musical. Fue una experiencia colectiva, un momento de unión entre generaciones, razas y culturas. La multitud, compuesta por sudafricanos de todas las edades y orígenes, así como turistas internacionales atraídos por la leyenda del “Bra Hugh”, cantaba, bailaba y aplaudía con entusiasmo, contagiados por la energía contagiosa de Masekela.
Entre las canciones, Masekela compartía anécdotas divertidas sobre su vida y carrera. Recordó sus inicios musicales en Johannesburgo, su exilio a los Estados Unidos durante el apartheid, su regreso triunfante a Sudáfrica tras el fin del régimen segregacionista y su constante lucha por la justicia social a través de la música.
El clímax del concierto llegó con una interpretación épica de “Thuma Mina”, un himno inspirador que Masekela compuso en 2018, poco antes de fallecer. La canción, una poderosa llamada a la acción y a la unidad para construir un Sudáfrica más justo e igualitario, resonó con fuerza en los corazones de los asistentes, quienes levantaron sus voces en un coro emocionante.
Tras casi dos horas de música inigualable, Masekela se despidió con una última sonrisa y un saludo a la multitud. “Gracias por acompañarme en este viaje musical,” dijo con su voz ronca pero llena de energía. “Que la música siga uniéndonos”.
El “Concierto de Sueños” fue mucho más que un evento musical; fue un testimonio del poder transformador de la música, de la capacidad de unir a las personas independientemente de sus diferencias y de dejar una huella imborrable en el corazón de quienes tuvieron la fortuna de presenciarlo.
Masekela, quien falleció en 2018 a los 78 años, dejó un legado musical que seguirá inspirando generaciones futuras. Su música sigue siendo un símbolo de esperanza, resistencia y lucha por un mundo más justo. Y eventos como “El Concierto de Sueños” nos recuerdan la importancia de celebrar la vida y el arte de aquellos que nos han dejado una huella imborrable en nuestra historia.
Curiosidades sobre Hugh Masekela:
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La Trompeta Dorada: Su trompeta, un instrumento legendario casi tan famoso como él mismo, era una herramienta poderosa para transmitir emociones y contar historias a través de la música.
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El Exilio: Durante el apartheid en Sudáfrica, Masekela vivió en el exilio en Estados Unidos durante más de 30 años.
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Colaboraciones: Masekela colaboró con muchos artistas internacionales, incluyendo a Paul Simon, Stevie Wonder y Miriam Makeba.
Un Legado que Perdura:
El “Concierto de Sueños” fue solo una pequeña muestra del impacto perdurable que Hugh Masekela tuvo en el mundo. Su música sigue resonando hoy en día, inspirando a músicos jóvenes y conectando a generaciones a través de la magia universal de los ritmos africanos.
Su historia es un testimonio de la fortaleza del espíritu humano, la capacidad de superar obstáculos y utilizar el arte como fuerza para el cambio social. La trompeta dorada de Masekela sigue sonando en nuestros corazones, recordándonos que la música tiene el poder de unirnos, inspirarnos y cambiar el mundo.